domingo, 4 de diciembre de 2011

NESTOR bajaste un cuadro formaste miles.

Por German Moreyra

Querido Flaco:

Espero que estés bien en ese lugar donde estés, hace un año que ya no te tenemos entre nosotros y sinceramente, se te extraña, parece que fue ayer, pero no, ya pasó un año.

Me acuerdo todavía, que me desperté de la cama, y me quede al frente de la tele, sin entender lo que estaba pasando, es que no caía, habías pasado a la inmortalidad.

Te llore, no nos vamos a mentir entre revolucionarios, porque fuiste vos el que me había convocado a esto, el que me había metido en este quilombo de poner el pecho a las balas, de poner la otra mejilla, y de siempre levantar la cabeza y mirar para delante y lloré por miedo, pensé que tanto esfuerzo por todo lo que habíamos peleado, estábamos en pleno camino y ahora te nos ibas, por un momento me sentí huérfano, me sentí sólo, y ahí empezaron a llegar llamado de mis compañeros, de esos que llamó “mis hermanos”, esos que gracias a vos conocí en este hermoso camino, como vos la conociste a ella. Y no podíamos hablar, llorábamos, y ese miedo se empezó a ir, porque ahí es cuando me acordé de ella, de Cristina, y tampoco te voy a mentir en esto, estuve tirado en mi cama por algunas horas, hasta que pensé, hay que ir a la plaza, hay que demostrarle a ella que no esta sola, debe estar muy mal y además, había que despedirte, teníamos que ir a decirte un ultimo adiós :“Te vamos a extrañar flaco, no te vamos a olvidar. Chau jefe” y no me acuerdo bien, pero seguramente habremos cantado la marcha porque sabemos que a los peronistas nos gusta que nos despidan así o no? y así fue, que nos juntamos todos y fuimos y fuimos a esa plaza y me encontré hermanado, me encontré contenido, me encontré con un pueblo agradecido. Pero bueno flaco, fueron momentos muy difíciles, como aquellos en que esos cipayos nos cortaban la ruta, no aprenden mas, y fuimos a la plaza, porque la plaza es nuestra y nos convocaste, y yo estuve ahí, bancandola a la jefa, como vos la bancaste hasta la muerte, esos también eran momentos difícil.

Y así se me vienen a la memoria cuando me firmaste, ese diario que ya perdí, que me dijiste “¿Cómo andas?” y mucho después, al otro día en que asumiste la Unasur, que te corrí y vos estabas en la combi y te puse la mano en la combí y te tocaste el pecho y me miraste a los ojos.

A veces pienso, que falta que nos haces eee, pero bueno, vamos bien, hace poco a la Jefa la eligieron para que la tengamos 4 años mas con nosotros, y nosotros te la estamos cuidando muy bien, así que quedate tranquilo. Se que desde alla, junto a Juan y Eva, nos estas dando una mano muy importante, porque nunca dejaste de laburar por tu pueblo y por tu patria. Se que estas entre nosotros, se que estas por acá, por eso querido flaco, te mando un abrazó muy grande y espero que sepas que vamos a seguir tu ejemplo, y que no te vamos a olvidar, que les contaré de vos, a mis hijos y a los hijos de mis hijos. Porque vos ahora sos inmortal…

Un abrazo flaco.

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