Voy a hablar de una figura que despierta odios y amores, voy a hablar de Juan Manuel de Rosas, que es quizás la persona más polémica de la historia argentina, este hombre estuvo en la vida pública y política del país durante más de 30 años. Gobernó la Provincia de Buenos Aires durante 2 períodos, el primero entre 1829 y 1832, y el segundo entre 1835 y 1852. Debido a la sanción de la Ley de Aduanas, una medida proteccionista para los productos locales, sufrió 2 bloqueos al puerto de Buenos Aires: uno hecho solamente por Francia, y otro hecho nuevamente por ese país más la colaboración de Inglaterra. Durante el segundo bloqueo se produjo, el 20 de noviembre de 1845, la Batalla de la Vuelta de Obligado, una de las gestas más heroicas de nuestra historia donde las tropas argentinas enfrentaron a las 2 potencias coloniales de la época, quienes tenían la intención de hacer del Río Paraná un río internacional y que las provincias mesopotámicas formaran un país independiente. Tan importante fue esta batalla que José de San Martín, aliado de Rosas, le entregó su sable como muestra de agradecimiento por defender el honor de la Patria. Gracias a la osadía y la firmeza de Juan Manuel, los anglo-franceses no lograron sus objetivos y tuvieron que firmar la paz donde reconocían la soberanía argentina sobre los ríos interiores.
El 3 de febrero de 1852, Rosas es derrotado por Urquiza en la Batalla de Caseros y obligado a exiliarse en Inglaterra donde moriría en 1877. A pesar de todo lo que hizo por el país, la historia "oficial" lo ha denostado sin piedad y lo ha dejado en el lugar del "maldito". La razón es simple, los que escribieron la historia, entre ellos Mitre y Sarmiento, fueron feroces enemigos del Restaurador y ocultaron todas las gestas heroicas y algún indicio de que era un líder popular. En 1857, la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, lo declara "traidor a la patria", entre los argumentos para apoyar esta designación, se encuentra el del diputado Nicolás Albarellos, quién dice: "Si no decimos desde ahora que era un traidor, y enseñamos en la escuela a odiarlo, Rosas no será considerado por la Historia como un tirano, sino como el más grande y glorioso de todos los argentinos...". Ésta frase resume la visión de la figura de Rosas durante los años posteriores: un tirano sangriento que mataba a quién no estaba a favor de él con la ayuda de la Mazorca, un grupo para-policial que amedrentaba a los unitarios, eternos enemigos del Restaurador.
Tuvieron que pasar más de 120 años para que su cuerpo sea repatriado y enterrado en Argentina, pero más tiempo debió pasar para que un gobierno lo reivindique y le dé los homenajes que se merece, la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, afortunadamente, lo hizo este año, primero cuando colocó su imagen en el Pabellón de los Patriotas Latinoamericanos durante los festejos del Bicentenario y después cuando inauguró un monumento en la Vuelta de Obligado durante el aniversario número 165 de esa batalla ocultada por la historia oficial.
Como deseo personal espero que este sea el inicio de la reivindicación de la figura de Juan Manuel de Rosas en la escuela y en otros ámbitos, que se sepa que fue una persona que dió la vida por el país, que podría haber seguido tranquilamente en su hacienda pero decidió tomar la riendas de un país sumido profundamente en la anarquía, que defendió el honor de la república frente a las injustas pretenciones extranjeras en la Vuelta de Obligado, que también sufrió un exilio de pobreza, demostrando su honestidad al no robarse ni un peso del tesoro de la provincia, en fin que se sepa que fue una persona con virtudes y defectos, y con aciertos y errores, será difícil, pero no imposible. Y me despido con una frase del mismo Juan Manuel que, tal vez, se habitue a nuestro tiempo: "Llegará el día en que desapareciendo las sombras sólo queden las verdades, que no dejarán de conocerse por más que quieran ocultarse entre el torrente oscuro de las injusticias".
!Viva la Patria y Juan Manuel de Rosas¡
Juan Pablo Alegre
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